Ha sido el año de mi segundo de bachiller, de selectividad, del caos y la velocidad que eso conlleva; de mi graduación, de decir adiós a las monjas y empezar a echar de menos a algunos profesores; de viajar a Mallorca y pasármelo genial con
ellos; de conocer una pequeña parte de Alemania y Barcelona con Bárbara y Laura; de saber quiénes merecen la pena de verdad; el año en el que más veces me han calificado como 'la tranquilidad personificada'; de Joel; de empezar la universidad, de empezar lo que me gusta y de conocer a gente genial; de enfados, pero sobre todo, de risas que superan lo insuperable; de descubrir nuevos rincones de Madrid; de mis dieciocho; el año de los abrazos; de conocer un poco más a las personas; el año de muchas, muchas cosas más...
El balance que le hago...bueno, muy, muy bueno. Porque además ha acabado teniendo a la gente que más quiero a mi lado.
¿Que qué le pido al 2011? Seguir con ellos durante muchos años más :)
No me gustan los impares, pero presiento que este va a ser un gran año. Ojalá lo sea también para todos vosotros :)