¿Y tú qué dices, corazón?

A veces tengo la cabeza como inerte.

A veces tengo la certeza de tenerte.

23 de septiembre: Otoño.

Y por fin empieza el otoño. Me encanta esta estación porque no es tan fría como el invierno ni tan calurosa como el verano. Y diréis, ''pues entonces mejor la primavera''. Pues no. Otoño tiene esa mezcla de tonos marrones y amarillentos que lo hace tan especial. Se empiezan a ver las primeras chaquetas, las primeras mangas largas, los primeros pañuelos enrollados al cuello...Me gusta esa sensación de no pisar el suelo cuando una larga calle está repleta de hojas. Además, me encanta ir con mi abrigo de cuello alto tapándome hasta la nariz y llevar las manos en los bolsillos, intentando coger calor. Y aunque para esto queda un poco, el otoño me gusta porque es el principio de este pequeño placer (y dicen que los pequeños placeres son los que más feliz te hacen). Empezaré por llevar las manos metidas en los bolsillos de los vaqueros.

(algún día haré una entrada a otros pequeños placeres :) )

Bipolar.

Tengo ganas de estrangularte y a la vez de darte un abrazo...fíjate tú.

(¿Sufriré un trastorno de bipolaridad?)

Ya empiezan los entrenos, y veo que me van a quitar mucho tiempo porque ahora son más días. Pero este año tengo tantas ganas de hacer tantas cosas, que me siento con más fuerzas que nunca :)

(ahh, y tengo pensado apuntarme a teatro en la facultad... :) )

Finito.

Estando a casi un mes de empezar lo nuevo, no hay nada mejor que una píldora salmantina para finiquitar mis andanzas veraniegas.

Y es que Salamanca, es mucha Salamanca :)

Hoy me siento tan heavy que le sacaría la lengua al mundo.

Era carnaval y sólo yo

no llevaba

disfraz.